El Covid-19 en la vida de una academia
Después de más de 30 años, sin más de un viernes a un lunes, aquellas puertas se quedaban mudas, sin vida, latentes. Un nudo en la garganta, un nudo en el estómago. “Solo serán dos semanas” decían, aunque realmente, todos sabíamos que serían más, pero no cuantas más.
“Prometida una merienda todos juntos” les decíamos a los alumnos en aquella primera semana, tan extraña como entrañable, todos estábamos ahí, contábamos los unos con los otros, alumnos, profesores y padres. Fue un fin de semana, aquel del 14 de marzo, muy intenso, toda la preparación que normalmente hubiera durado algunas semanas, se hizo en dos días. Todos pusimos nuestro hombro para ayudar, nuestras destrezas, alumnos, profesores, familia, sin la cual no hubiese sido posible. Ahí estábamos el lunes 16, online, arreglados como si quisiéramos disimular esa inquietud.
Echábamos de menos, desde el minuto cero, vernos, abrazarnos, notar nuestras penas y alegrías, contarnos cómo nos habría ido cada mañana en el colegio, qué exámenes tendríamos, protestar por lo que nos pareciese injusto, esas notas…
Poco a poco nos hemos ido adaptando, de dejar las clases para esos aplausos a las ocho de la tarde a ir agobiados con trabajos y más trabajos. De la incertidumbre de si volveríamos a clase este curso hasta la aceptación de la realidad. Más de uno no deja de repetir “¡qué ganas de volver al cole!”, frase poco oída en situación normal. Aún no sabemos cuándo las paredes de Biblos volverán a vibrar con el eco de vuestra voz, cuándo se oirá el porterillo como aquella primera vez del 1 de octubre de 1990. Lo que sí sabemos con certeza es que ahí estaremos siempre, de forma presencial u online, para preparar esos trabajos y exámenes de vuestras asignaturas y ese paso tan importante como es selectividad. Siempre estaremos ahí contando con vosotros y vosotros contando con nosotros para todas vuestras necesidades académicas. Sea cual sea vuestra edad, vuestras circunstancias, vuestro nivel, dificultad o meta. Ahí estaremos con la misma ilusión de hace más de 30 años, con más experiencia y con más ganas de hacer bien nuestro trabajo.
Con estas palabras queremos daros las gracias por vuestro compromiso durante este confinamiento, en el cual no nos hemos aburrido y hemos continuado aprendiendo juntos para que esta extraordinaria circunstancia no os perjudicara más de lo inevitable. Pensando que el próximo curso seguiréis avanzando en conocimientos y haciéndoos cada día más y mejores personas. Gracias a los padres, a esa gran familia que no es de siempre pero sí de vivencias diarias.
Hacemos todo lo posible para que nuestra Academia, nuestro Centro de Estudios Biblos, más pronto que tarde abra sus puertas físicas, en el mismo centro de Córdoba, junto a Las Tendillas, donde lleva más de 30 años. Mientras tanto, nuestras puertas online las tenéis abiertas como siempre, contad con nosotros, llamadnos y hablamos. Siempre os ayudaremos y daremos la mejor formación.
Cuidaros, por vosotros y por nosotros, por vuestra familia; debemos tener precaución y madurez para afrontar estos momentos. Córdoba os necesita, nos necesita a todos.
Un fuerte abrazo físico y virtual para todos.